Κυριακή 2 Οκτωβρίου 2011

LAS COSAS MEJOR CON UN POQUITO DE HUMOR



Nos hace falta un poquito más de humor en la vida. Leo tres noticias relacionadas entre si, no por el contenido, sino por el continente y no cabe la mayor duda de que tendríamos que ser menos exigentes y más tolerantes. Las tres están relacionadas con mujeres y con sexo, por llamarlo de alguna manera. Una cuenta que una actriz llamada Leisha Hailey fue expulsada de un avión por besar a su novia. Dice la noticia que el “altercado” se produjo en pleno vuelo, lo que significa que, si fue expulsada del avión, tuvieron que tirarla al vacío… Bromas aparte, la compañía aérea sostiene que la expulsión se produjo no por el género, sino por el comportamiento excesivo, vamos, que se comían vivas en el avión. Pues la verdad, tampoco es para tanto. Nos escandalizamos por una demostración de amor en un lugar público y seguro que en el avión iba un niño jugando a un video juego de matar gente y esas cosas y no pasa nada.

La dictadura del Photoshop y de la ropa interior

Hay otra noticia que cuenta que una política canadiense, Rathika Sitsabaisen, de 29 años, y primera mujer de origen Tamil que accede al parlamento de Canadá, ha visto mermar sus pechos en una fotografía oficial porque a los de la web del parlamento les parecían demasiado exuberantes. ¿Qué han hecho? Pues han retocado el escote de la fotografía y la han dejado prácticamente plana a la pobre. Y mientras, el resto de mujeres del mundo queriendo operarse para tener más. Es el mundo al revés. Y la última noticia a la que me refería de las tres es que, Brasil, ha pedido que se retire un anuncio de ropa interior en el que sale Gisele Bündchen, y no porque salga en paños menores y enseñando bastante sino porque, en el anuncio se dice algo así como que si tienes que darle a tu marido una mala noticia, es mejor dársela en ropa interior bonita que vestida. Bueno, pues por esto se ha montado un pollo impresionante y la Secretaría de Políticas para las Mujeres de la Presidencia brasileña ha pedido la suspensión del anuncio por considerar que refuerza el estereotipo de las mujeres como objetos sexuales de sus maridos. Alucinante. Manifiestan su “repudio” ante el anuncio. Incluso el año pasado retiraron un anuncio en le que Paris Hilton promovía una cerveza brasileña por ser demasiado sexy. Qué cosas. Y luego resulta que Brasil es uno de los países con más turismo sexual del mundo. Esto no hay quién lo entienda.
Siempre hay quién no tiene nada mejor que hacer y se dedica a fastidiar a los demás. Si este tipo de gente se dedicara a cosas serias no tendrían tiempo para criticar estas chorradas. Es como un anuncio que hay sobre el autocontrol de la publicidad. Inmediatamente después de salir este anuncio, vienen seguidos otros siete de productos estafa, por ejemplo.
Es normal que la gente demuestre su cariño, las demostraciones de amor son bonitas y no habría que censurarlas. Es normal que las mujeres tengamos pechos y escotes. Es normal que se hagan anuncios con algún tipo de gancho para vender más. Y si mezclamos todo esto y nos lo tomamos con un poquito más de humor, seríamos más felices y afrontaríamos mejor el resto de problemas que nos rodean.
Rosana Güiza
rosanagüiza@extraconfidencial.com

LAS NANAS


Casi todos los hogares chilenos han tenido alguna vez una colaboradora, aunque sea para cuidar a un enfermo o a un bebé. Si bien no siempre se les trata de “nanas”, porque muchas lo encuentran ofensivo, así se identifica a las trabajadoras de las casas particulares. La nana es parte fundamental de la familia chilena, pese a que ni siquiera comparta la mesa con ellos. Esta mujer está siempre preocupada de pegar los botones de las camisas, sacar el polvo de los muebles e incluso criar a los hijos de la familia.
Texto: Giancarlo Grondona     Fotos: Ruth Olate y Giancarlo Grondona
a película chilena “La Nana”, premiada en el festival de cine Sundance y finalista de los premios Globos de Oro, muestra el nivel de influencia que puede llegar a tener la criada en la vida familiar. Respecto a esta cinta, se pueden nombrar dos ejemplos: la preferencia por los niños menores en lugar de la hija mayor; o que simplemente, esta mujer es capaz de arruinar el pasatiempo del padre, quien gustaba de armar barcos a escala.
“Nosotras influimos en los hogares donde trabajamos porque cuidamos y, en muchas ocasiones, criamos a los hijos de nuestros empleadores. Entonces, estamos preocupadas siempre que no se vayan a enfermar, que estén limpios y que tengan sus respectivas comidas diarias”, declara Ruth Olate, presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (SINTRACAP).
Pero no sólo deben preocuparse de cuidar niños. Las nanas también se encargan de limpiar la casa y la ropa, además de preparar las comidas. Marina Gutiérrez siempre se ha desempeñado “puertas adentro”, es decir, vive en la casa donde trabaja. Lleva 24 años con la misma familia. Cree haber postergado su vida para cuidar de un hogar que no es de ella.

“Al trabajar de esa forma se va perdiendo la posibilidad de tener pareja. Si bien tengo una hija, y su padre aún piensa que nos podemos casar, yo le tengo miedo al matrimonio. Hay que estar dispuesta a ceder mucho”, señala.
Cuando aún no tenía decidido su rumbo, Marina vio un letrero que cambió su vida. Decía: “Se solicita nana en Antofagasta”. Y así fue como viajó de su natal Parral, en el sur, hasta Antofagasta, en el norte (casi 1.700 km). En ese lugar fue madre y crió al hijo de la casa donde trabajaba, “con el mismo cariño y respeto, dándole los mismos consejos y enseñanzas”.
Marina, eso sí, reconoce algunos privilegios en su trabajo: “Mi jornada empieza a las 8:00 AM y termina cerca de las 22:00 PM. Pero dentro de ese período dispongo de bastante libertad. Puedo ir al médico, duermo siesta, veo telenovelas. Es por eso que no hago uso de los días feriados”. La casa que cuida consta de cuatro personas, y recibe un salario de $200 mil pesos (400 dólares).
A partir de 2009, las trabajadoras de casa particular puertas adentro pueden tener libre los días feriados legales, luego de la emisión de una ley al respecto. El mismo año se estableció que su salario mínimo, $172.000 (cerca de 345 dólares), debía ser similar al resto de los trabajadores chilenos.
Puertas afuera
Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en Chile existen más de 350 mil asesoras del hogar. Sólo un 12% trabaja puertas adentro. La mayoría de ellas se concentran en la Región Metropolitana y la de Valparaíso.
Pero hoy, muchas han optado por llevar a cabo el oficio “puertas afuera” para darle prioridad a su propia familia. Esta forma de trabajo, se ha vuelto más “popular” entre las nanas en los últimos años. “Yo no podría vivir en la casa donde me desempeño como asesora, debido a que escogí casarme. En esta condición es imposible que el esposo esté de acuerdo”, afirma Marianela González.

Su labor es de cinco horas diarias, de lunes a viernes, tiempo en el que, además de hacer las tareas típicas de una nana, cuida a una niña que padece de síndrome de Down. “La niña tiene 18 años, pero su mentalidad es de una persona menor, como si tuviese cinco años. No se puede quedar sola y en algunas ocasiones juego con ella”.
De todas formas, Marianela disfruta de privilegios: “Me tomo un mes de vacaciones pagadas. Antes debía cocinar comidas especiales, como pastel de choclo y estofado; ahora se relajaron: traen comida rápida. También me han regalado ropa que ya no usan, e incluso muebles antiguos”.
En Chile la manera de referirse a las asesoras del hogar requiere delicadeza; no a todas les gusta que les digan nana. “Al denominarnos así, perdemos nuestra identidad como persona. Cada una tiene un nombre propio que debe ser respetado”, asegura Ruth Olate.
Sin embargo, hay opiniones distintas: “No me molesta que me digan nana. En la casa me dicen por mi nombre”, revela Marianela González. Marina Gutiérrez estima que “cuando me llaman nana me siento parte de la familia. Todas las personas me dicen así. Poca gente sabe mi nombre”.
Nanas peruanas
La película “La Nana” también aborda el tema de las inmigrantes peruanas ejerciendo este trabajo doméstico. Según publicó el diario La Nación en 2009, un 70% de las mujeres del país vecino prestan ese tipo de servicios.
Una publicación de la socióloga Carolina Stefoni menciona que cerca de la mitad de las peruanas residentes en Chile cuentan con estudios profesionales o técnicos. Aunque no vienen a ejercer labores relacionadas con su formación, porque tienden a desempeñarse como nanas. En ese rubro tienen más probabilidades de recibir un sueldo mejor que el que tendrían en Perú por un trabajo más calificado.
Si bien las asesoras del hogar peruanas obtienen mejores condiciones económicas en Chile, la presidenta del Sindicato único de trabajadoras de la casa particular (SINDUTCAP), Emilia Solís, afirma que “las compañeras de Perú aguantan peores tratos y sueldos que las chilenas, debido a que no tienen documentos, por lo que se encuentran indefensas”.