LA TOMATINA - EN LA CIUDAD DE BUÑOL - VALENCIA
Buñol está enclavado al oeste de la provincia de Valencia, en la comarca de la Hoya. El municipio ocupa una superficie total de 112'4 Km2 y su altitud con respecto al mar es de 347 metros.
Cada año, el último miércoles del mes de agosto vuelan por los aires muchas toneladas de tomates en una fiesta que tiene lugar en este pueblo valenciano.
EL ORIGEN DE LA FIESTA
Existen diversas teorías sobre el origen de esta popular fiesta. Según algunos historiadores, su inicio se remonta a una "broma" que algunos amigos quisieron gastar a un señor que pasaba por la plaza del pueblo de Buñol cantando y tocando un instrumento pero que, al parecer, lo hacía tan mal que la gente que se encontraba allí cogió los tomates de un puesto de frutas y los lanzó contra él, luchando todos los presentes en una batalla de tomates.
Buñol está enclavado al oeste de la provincia de Valencia, en la comarca de la Hoya. El municipio ocupa una superficie total de 112'4 Km2 y su altitud con respecto al mar es de 347 metros.
Cada año, el último miércoles del mes de agosto vuelan por los aires muchas toneladas de tomates en una fiesta que tiene lugar en este pueblo valenciano.
EL ORIGEN DE LA FIESTA
Existen diversas teorías sobre el origen de esta popular fiesta. Según algunos historiadores, su inicio se remonta a una "broma" que algunos amigos quisieron gastar a un señor que pasaba por la plaza del pueblo de Buñol cantando y tocando un instrumento pero que, al parecer, lo hacía tan mal que la gente que se encontraba allí cogió los tomates de un puesto de frutas y los lanzó contra él, luchando todos los presentes en una batalla de tomates.
Sin embargo, la versión más veraz e histórica cuenta que todo empezó el último miércoles del mes de agosto de 1945, cuando los jóvenes de la época se encontraban en la plaza del pueblo, lugar dónde se celebra tradicionalmente la Tomatina, y al paso de las autoridades y la banda de música durante un desfile de "gigantes y cabezudos" un grupo de estos jóvenes, que querían participar en la comitiva, empujaron a los que llevaban este disfraz.
Uno de los participantes cayó al suelo y, al levantarse, comenzó a golpear a todo el que se encontraba allí, por lo que todos comenzaron a pelearse entre sí. El destino quiso que en las proximidades se encontrara un puesto de verduras y hortalizas con las cajas expuestas en la calle para su venta, comenzando los jóvenes a tirarse tomates unos a otros hasta que las fuerzas de orden público intervinieron para poner fin a aquella "batalla".
Este alboroto no se olvidó al año siguiente y al llegar el mismo miércoles del mes de agosto los jóvenes del pueblo volvieron a reunirse en la plaza llevando ellos en esta ocasión los tomates. Así comenzó otra vez la batalla hasta que, de nuevo, fue disuelta por los alguaciles. De hecho, en los años siguientes las autoridades siempre se opusieron a la celebración de lo que ya se conocía popularmente como el "día de la Tomatina". Pero de una u otra forma, todos los años desde entonces, se llevaría a cabo.
ARRAIGO, CELEBRACIÓN Y PROHIBICIÓN DE LA TOMATINA
En 1950 el Ayuntamiento de Buñol no se opuso a la celebración de la fiesta, pero sí al año siguiente, siendo detenidos y llevados a la cárcel del pueblo algunos de los jóvenes participantes. Sin embargo, todos los vecinos se volcaron con ellos por lo que fueron puestos rápidamente en libertad, y ante el clamor popular, la fiesta fue permitida por fin por las autoridades. Es más, a partir de entonces cada año participaría más gente y la fiesta empezaría a ser conocida en más lugares.
Era tal el arraigo de la fiesta que en 1957, al prohibirse, algunos jóvenes propusieron hacer el "entierro del tomate", una gran manifestación popular entre cuyas parodias y comparsas cómicas desfiló un grupo de jóvenes portando un ataúd con un gran tomate dentro, acompañados por la banda de música interpretando marchas fúnebres.
EL AYUNTAMIENTO AUTORIZA LA FIESTA
A partir de 1959 y ante el clamor popular, el Ayuntamiento permitió de nuevo la celebración de la Tomatina pero bajo ciertas normas, como por ejemplo que el principio y el final de la fiesta sería anunciado con una carcasa y que ni antes ni después de la misma se podría lanzar un solo tomate.
Algunos de estos cambios fueron la realización de "cucañas", de carreras de sacos, de chocolatadas, de carreras deportivas de todo tipo, de charangas... aunque lo que actualmente se realiza es el tradicional "palojabón"; un poste embadurnado de jabón por el que varios jóvenes tiene que escalar para conseguir el trofeo clavado en la punta: un jamón.
LA TOMATINA EN LA ACTUALIDAD
A mediados de los años setenta la fiesta pasó a ser organizada por los Clavarios de San Luis Bertrán, el patrón del pueblo de Buñol, quienes se encargarían de aportar los tomates, pues hasta ese momento cada buñolense los traía de su propia casa. A partir de 1980 es el Ayuntamiento quien se encarga de la organización y del fomento de la fiesta, repartiendo varias toneladas de tomates con varios camiones por la plaza del pueblo y por las calles aledañas.
Uno de los participantes cayó al suelo y, al levantarse, comenzó a golpear a todo el que se encontraba allí, por lo que todos comenzaron a pelearse entre sí. El destino quiso que en las proximidades se encontrara un puesto de verduras y hortalizas con las cajas expuestas en la calle para su venta, comenzando los jóvenes a tirarse tomates unos a otros hasta que las fuerzas de orden público intervinieron para poner fin a aquella "batalla".
Este alboroto no se olvidó al año siguiente y al llegar el mismo miércoles del mes de agosto los jóvenes del pueblo volvieron a reunirse en la plaza llevando ellos en esta ocasión los tomates. Así comenzó otra vez la batalla hasta que, de nuevo, fue disuelta por los alguaciles. De hecho, en los años siguientes las autoridades siempre se opusieron a la celebración de lo que ya se conocía popularmente como el "día de la Tomatina". Pero de una u otra forma, todos los años desde entonces, se llevaría a cabo.
ARRAIGO, CELEBRACIÓN Y PROHIBICIÓN DE LA TOMATINA
En 1950 el Ayuntamiento de Buñol no se opuso a la celebración de la fiesta, pero sí al año siguiente, siendo detenidos y llevados a la cárcel del pueblo algunos de los jóvenes participantes. Sin embargo, todos los vecinos se volcaron con ellos por lo que fueron puestos rápidamente en libertad, y ante el clamor popular, la fiesta fue permitida por fin por las autoridades. Es más, a partir de entonces cada año participaría más gente y la fiesta empezaría a ser conocida en más lugares.
Era tal el arraigo de la fiesta que en 1957, al prohibirse, algunos jóvenes propusieron hacer el "entierro del tomate", una gran manifestación popular entre cuyas parodias y comparsas cómicas desfiló un grupo de jóvenes portando un ataúd con un gran tomate dentro, acompañados por la banda de música interpretando marchas fúnebres.
EL AYUNTAMIENTO AUTORIZA LA FIESTA
A partir de 1959 y ante el clamor popular, el Ayuntamiento permitió de nuevo la celebración de la Tomatina pero bajo ciertas normas, como por ejemplo que el principio y el final de la fiesta sería anunciado con una carcasa y que ni antes ni después de la misma se podría lanzar un solo tomate.
Algunos de estos cambios fueron la realización de "cucañas", de carreras de sacos, de chocolatadas, de carreras deportivas de todo tipo, de charangas... aunque lo que actualmente se realiza es el tradicional "palojabón"; un poste embadurnado de jabón por el que varios jóvenes tiene que escalar para conseguir el trofeo clavado en la punta: un jamón.
LA TOMATINA EN LA ACTUALIDAD
A mediados de los años setenta la fiesta pasó a ser organizada por los Clavarios de San Luis Bertrán, el patrón del pueblo de Buñol, quienes se encargarían de aportar los tomates, pues hasta ese momento cada buñolense los traía de su propia casa. A partir de 1980 es el Ayuntamiento quien se encarga de la organización y del fomento de la fiesta, repartiendo varias toneladas de tomates con varios camiones por la plaza del pueblo y por las calles aledañas.
Cada año se incrementa el número de toneladas de tomate repartidas debido al aumento del número de personas venidas desde todos los rincones del planeta; actualmente son repartidas 140 toneladas y participan directamente más de 30.000 personas en la "batalla del tomate", y son muchas más las que acuden a presenciarla. Esta aglomeración no supone mayor peligro, y prueba de ello es que todos los años la Tomatina se celebra con éxito entre las 10:00 y las 13:00 horas de ese miércoles de agosto y nunca ha habido incidentes dignos de ser destacados.
CONSEJOS PARA IR A LA TOMATINA
- No debes llevar botellas ni ningún tipo de objeto que pudiera producir accidentes.
- No debes romper camisetas.
- Los tomates deben ser aplastados antes de ser lanzados para que no dañen a nadie.
- Debes tener cuidado al paso de los camiones.
- Al disparo de la segunda carcasa se debe dejar de lanzar tomates.
- Intenta divertirte todo lo que puedas pero respeta estas normas y a las demás personas.
CONSEJOS PARA IR A LA TOMATINA
- No debes llevar botellas ni ningún tipo de objeto que pudiera producir accidentes.
- No debes romper camisetas.
- Los tomates deben ser aplastados antes de ser lanzados para que no dañen a nadie.
- Debes tener cuidado al paso de los camiones.
- Al disparo de la segunda carcasa se debe dejar de lanzar tomates.
- Intenta divertirte todo lo que puedas pero respeta estas normas y a las demás personas.
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